¡Hola a todos! El tema de hoy es alimentación sana a lo largo de la vida. Siempre le hemos dicho a nuestros hijos sobre la importancia de una dieta equilibrada y saludable. Lo que muchos padres no comprenden es la importancia de tener una alimentación saludable no solo durante la infancia sino también durante el resto de sus vidas.
Una alimentación saludable n vida adulta es muy importante para mantener el peso ideal, mejorar la energía y el bienestar general, tanto físico como mental. Es cierto que el estilo de vida más comúnmente acompaña más horas en el trabajo, sedentarismo y poco tiempo para dormir, pero aun así podemos encontrar las formas de introducir nutrientes en nuestra dieta diaria.
Los nutricionistas recomiendan evitar los excesos de calorías con comidas rápidas o procesadas, ricas en azúcares e hidratos de carbono simples, y preferir una dieta equilibrada basada en proteínas magras, frutas y verduras frescas incluyendo enzimas y antioxidantes, grasas saludables como frutos secos, aceite de oliva virgen y pescados grasos. Los carbohidratos complejos pueden ser consumidos con moderación.
Como un hábito alimentario saludable hay que beber agua constantemente para ayudar a limpiar el organismo. Debemos abastecernos adecuadamente con los requerimientos necesarios para su buena función – proteínas, ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales – especialmente si desempeñamos actividades físicas o pasamos largas horas levantados o sentados sin mucho movimiento.
Aunque sea difícil cambiar los hábitos alimenticios mal adquiridos con los años, siguiendo estos sencillos pasos podremos lograr optar por seguir una alimentación sana a lo largo de nuestra vida.
La alimentación sana es una parte fundamental de la vida. Ayuda al cuerpo a mantenerse saludable y sostenible, pero también mejora la calidad de vida. Sin embargo, muchas personas optan por elegir el camino fácil y comer lo que es más conveniente en vez de escoger alimentos nutritivos. Estilo de vida poco saludables están contribuyendo a la epidemia de enfermedades crónicas y muchos expertos recomiendan que los niños coman más frutas y verduras.
Un estudio reciente realizado por la Universidad de Harvard sugiere que comenzar a seguir una dieta saludable desde el principio del ciclo vital ayuda a prevenir las enfermedades crónicas en la edad adulta. Los investigadores también determinaron que una dieta baja en grasa, ricas en vitaminas y minerales es beneficiosa para la salud general.
Es importante que los niños se acostumbren a comer verduras frescas, frutas y productos lácteos bajos en grasas, así como a limitar su consumo de comidas altas en calorías y grasas. Esto ayudará a reducir el riesgo de obesidad y otras enfermedades relacionadas con la alimentación. Además, es importante introducir variedad en la dieta, incluida carne magra, huevos, granos, frijoles y aceites vegetales.
Los padres tienen un papel crucial para desarrollar buenos hábitos alimenticios en sus hijos. Involucrar a los niños en la preparación de comidas ayuda a cultivar un aprecio por los alimentos saludables, mientras que evitar recompensas basadas en la comida contribuye significativamente a construir relaciones saludables con los alimentos.